El gobierno hondureño y los productores de palma aceitera crean una “mesa de trabajo” para buscar nuevos mercados y agregarle valor a la oferta exportable, en alerta por la cancelación de compras de Guatemala, que anunció una empresa europea la semana anterior.
Un equipo de trabajo conjunto “permitirá concretizar la apertura de nuevos mercados para el sector de palma aceitera de Honduras”, expresó el ministro de Inversiones y Desarrollo, Arnaldo Castillo, ayer, en Tegucigalpa, al dar por iniciado el proyecto.
La transnacional Suiza Nestlé decidió “suspender nuestro abastecimiento de aceite de palma de Repsa. Respetaremos los contratos existentes con la compañía, sin embargo, estos no serán renovados y esperamos terminar con los vínculos comerciales, a más tardar septiembre en 2018”, citó en un comunicado.
EVITAR IMPACTO NEGATIVO
La Reforestadora de Palmas del Petén (Repsa), ha sido señalada por actos de corrupción y daños al medio ambiente, de acuerdo a reportes de prensa, estos serían los motivos que llevaron a la transnacional Suiza a parar las compras.
Al respecto, Castillo comentó que son “anuncios que han venido dándose en las últimas semanas, específicamente con el mercado europeo, en la que han venido anunciando que para el 2021 dejarían de comprar aceite de palma”.
Pero la idea es definir acciones que permitan evitar un impacto negativo en la economía hondureña, al tiempo de adelantar que de manera conjunta se está trabajando en varias iniciativas.
De presentarse una emergencia como la guatemalteca, una de las opciones es colocar parte de la producción en el mercado local, pero se requiere la aprobación de la Ley Marco de Biocombustibles, que vendría a favorecer al sector.
En tal sentido, el funcionario mencionó que “de las 450,000 toneladas que Honduras produce, entre 60 y 70 mil, podrían ser utilizadas en la producción de biocombustibles”.
No obstante, el anteproyecto de ley lleva más de dos años en el Congreso Nacional, pero si se aprueba, “podríamos utilizar entre un 45 y 50 por ciento de la producción de manera local”, apuntó.
CERTIFICACIONES
La representante del sector palmero, Claudia Amaya, aseguró que la producción aceitera “es sostenible, estamos trabajando en certificaciones y en ese sentido, el día de hoy hemos visto posibles mercados como Japón y China, por lo que no estaríamos enfocándonos, únicamente en el mercado europeo”.
“Queremos seguir buscando un valor agregado al aceite de palma ya que lo podemos hacer en consumo animal, consumo alimenticio, en jabones y otros productos terminados que requieren el uso del aceite de palma”, detalló.
Pero el caso de Guatemala “nos debe hacer tomar conciencia de que tenemos que esforzarnos más para buscar mejores alternativas del aceite de palma y abrir nuevos mercados, que es lo que estamos haciendo”, remató Castillo. (JB)
Fuente: latribuna.hn